Cuando tu hijo te rechaza: ¡Ya no te quiero!
¿Qué sucede cuando tus hijos te dicen por primera vez no te quiero?, ¿cómo manejar esos rechazos? Usualmente suceden cuando se enojan con papá o mamá por no darles algo. Otra pregunta que me hacen llegar las mamás que trabajan es, mi bebé me rechaza por la nana, prefiere que ella haga todo y no yo? ¿Que debo hacer para que esto no suceda?
Quien mejor que nuestra especialista en Psicología Infantil Maria Paz Saénz para que nos asesore y ayude en esta tormentosa etapa:
No es poco común que los niños le digan eso a sus papás (“ya no te quiero”), y puede ser muy doloroso escucharlo. Pero hay que tomar en cuenta el momento de desarrollo en el que se encuentran. Los niños menores de 4 años están aún desarrollando su mundo emocional y no son capaces de contener sentimientos ambiguos a la vez. Es decir, cuando un pequeño está molesto con su papá (o alguien), eso es todo lo que pueden sentir, está molesto con él y no siente nada más. Este pequeño no puede albergar otra emoción, no puede reconocer que el amor que le tiene aún sigue ahí.
Mi recomendación es que le tomes la importancia del caso, tu hijo te está diciendo de forma clara que está con mucha cólera hacia ti. Pero, no te vayas a resentir más de la cuenta. Claro que te quiere, pero en ese momento esta con mucha cólera como para acordarse. Un momento más tarde ya se va acordar cuánto te quiere y seguro hasta tendrá un gesto de amor. Sugiero también que no se le vaya a hacer sentir mal por estar molesto. Todos los sentimientos son válidos y es saludable poder acceder a una amplia gama de sentimientos, incluida la rabia y la agresión.
Este momento donde te dice que no te quiere es incluso un buen momento para enseñarle sobre las emociones. Quizás por la rabia que tiene el niño, no es el mejor momento para una conversación larga o un sermón largo, pero sí sería útil unas cuantas palabras sobre lo que está diciendo y sintiendo. Puedes decirle algo tan corto y pequeño como “claro que me quieres, estás muy molesto por «X» motivos, pero me sigues queriendo y ya te vas a acordar”.
Es importante que te cuente también, que así como tus pequeños no conciben dos emociones a la vez, no conciben que otros la tengan. Así, pueden asustarse mucho cuando ustedes se molestan con ellos, pueden creer que ya no los quieren. Es importante entonces que cuando los papás les llaman la atención a los hijos sean muy claros en hacerles sentir que no les quitan su amor. Lo ideal es que los niños lo sientan muy claramente, pero las palabras también ayudan. Así, los papás, incluso con tono de voz de molestos y en medio de un regaño, pueden decirle a su hijo que lo siguen queriendo y que eso no va a cambiar, pero que no les gustó lo que hizo o dijo y que igual seguirá castigado, por ejemplo.
Las nanas
En cuanto al tema de las nanas, es súper duro. El sentimiento de culpa de las mamás de dejar a su hijo al cuidado de otro les juega en contra. Muchas veces esta culpa hace que terminen por ver a la nana como una rival y no como una aliada en el cuidado de los niños. En términos generales, a los niños les gusta la rutina y lo que es predecible, por eso muchas veces prefieren que les dé de comer o los bañe quien siempre lo hace. Preferir que la nana los cambie o lleve a algún sitio no es sinónimo de decirle a la mamá “no te quiero”, ni mucho menos de sentirlo de forma prolongada o permanente.
No es necesario que una mamá dedique absolutamente todo su tiempo a sus hijos para ser querida por ellos. Lamentablemente, la presión social hacia les hace creer eso, pero no es cierto y no necesitan renunciar sus otros roles (como su yo profesional) para tener un buen vínculo con sus hijos. Con buen vínculo me refiero a una relación que ambos disfruten y que nutra al niño. Lo que sí es importante que sepan es que los niños van a desarrollar una relación de amor con sus cuidadores, sea la abuela o la nana o quien quede a cargo. Es más, lo ideal es que desarrollen una buena relación con quien lo cuide, eso es señal de que el cuidador lo está tratando bien y lo está haciendo sentir cuidado y querido.
Mi recomendación, trabajen o no trabajen, es que se den un momento para jugar con los hijos, ojalá diariamente. Un momento en el que se esté presente al 100% y sólo se juegue. Que no se esté se esté haciendo algo más, así sea importante como darle de comer, cambiarlo o enseñarle algo. Y por supuesto, nada de llamadas telefónicas o conversaciones con otros adultos. Puede ser sólo 30 minutos, pero que sea un momento donde se juegue. Para los niños el juego es mucho más que para los adultos, en el juego aprenden, se comunican, se desahogan, se distraen, se divierten y mucho más. Entonces lo hace un momento de conexión muy importante. Si juegan con sus hijos con frecuencia van a fomentar un buen vínculo. No todos los papás se sienten en su momento más cómodo jugando, pero hay muchas formas de jugar y muchos juegos, pueden escoger uno que los haga sentir cómodos.
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